Docentes que van más allá de enseñar a memorizar y a repetir

Hace unos días, se me ocurrió decirle por Facebook a una conocida que es profesora de educación secundaria si ya casi estaba  apunto de comenzar las vacaciones. Su contestación fue un emoticono triste y enseguida supe que algo pasaba.

Unos minutos después, me dijo que el director le había llamado la atención por salirse de la línea pedagógica del centro (autoridad, disciplina en exceso y rigidez educativa) Tras una media hora de conversación me dijo que había decidido irse del centro porque no iba a fomentar la sumisión educativa en sus alumnos. ¿En serio están criticando a docentes así?

De buena mañana, he leído un artículo bastante interesante. Podéis hacerlo vosotros también pinchando en este enlace. En él, se decía que expertos y docentes prevén un futuro desolador para la educación española. Aunque me cueste mucho decirlo, por desgracia, creo que no se equivocan y tienen bastante razón en sus predicciones.

Al menos, si el sistema educativo sigue tan obsoleto como siempre, si los políticos miran hacia otro lado al hablar de educación, o si los centros educativos se niegan a ampliar horizontes y mirar más allá de los contenidos, objetivos y del prestigio escolar.

Sí, contamos con un modelo tradicional que ni se adapta a los estudiantes ni a los docentes. Pero no vamos a echar toda la culpa al gobierno. La voluntad de cambiar, de aplicar nuevas metodologías, de probar diferentes formas de enseñanza y de no educar a los alumnos como si fueran máquinas de competición sin corazón es cosa de los centros educativos y de los profesores.

Cada colegio elabora un proyecto educativo que se acomode a sus ideas y a sus valores. Es de ahí de dónde sacan los objetivos y contenidos que tienen que cumplir y conseguir los estudiantes y los docentes.

Es cierto que en muchos colegios hay libertad de cátedra, pero incluso en algunos centros públicos enseñar y pensar de forma diferente está mal visto y es criticado. Sin embargo, dentro de todo el prestigio de la educación concertada-privada es donde más se nota la tradición, el poco avance y los métodos tan increíblemente anticuados que utilizan.

Muchos de estos centros, se ponen la medalla de la innovación, del respeto, de la tolerancia y de la diversidad. Pero obviamente, en bastantes casos es simplemente una fachada para captar estudiantes y familias como si fuesen unos meres clientes. Vamos, puro marketing y publicidad.

DocentesA lo que me refiero, es que la sumisión educativa debería estar alejada en todos los centros educativos (privados, concertados y públicos). Se supone, y corregidme si me equivoco, que la educación debería ser todo lo contrario.

Debería formar a estudiantes libres, con pensamiento crítico, activos, comprometidos, conscientes, capaces de debatir y opinar y sobre todo de no quedarse callados ante las injusticias.

¿De qué sirve tener a los alumnos sentados en las sillas copiando texto y haciendo ejercicios continuamente? ¿Eso es lo que llaman algunos profesores autoridad y disciplina? Pues para mí, no podrían estar más equivocados.

Claro que, si en bastantes centros educativos está mal visto querer ser un profesor que fomente la investigación, la búsqueda de información, las reflexiones, los debates y las opiniones en los estudiantes… lo llevamos con nuestra renovación pedagógica.

No quiero que os ofendáis por la frase que voy a escribir ahora pero, me da la sensación que la educación (o al menos parte de los colegios españoles) quieren a los alumnos siempre obedientes, sin personalidad ni identidad propia y que sigan las órdenes de forma estricta.

De esta manera, queridos y queridas, ¿Cómo van a intentar cambiar el mundo los estudiantes? ¿Cómo van a encontrar su lugar en la sociedad? ¿Cómo van a tomar si quiera su propias decisiones?

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